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“Mas allá de la razón” un libro diferente.

Reseña de “Más allá de la razón. Crónica de una experiencia personal de locura” por Alan Robinson.

El libro se publicó en Inglaterra en 1964 y en Argentina en el año 1975 por “Amorrortu editores” con una tirada de 4.000 ejemplares, una cantidad importante para la industria editorial en Argentina en esa época. Al momento de realizar esta reseña no se encontraron datos biográficos de Morag Coate, su autora. Dadas las características de todo lo que expone la autora en el libro sobre su propia experiencia en la locura, el nombre elegido para la publicación podría tratarse de un seudónimo. 

La introducción del psiquiatra Roland Laing señala que el libro “nos ofrece una de las mejores descripciones existentes acerca de la experiencia personal de la locura”. Entre algunos otros libros sobre experiencias personales en la locura, pueden leerse títulos como “Memorias de un enfermo de nervios” de Schreber, “Por nuestra cuenta” de Chamberlin, “Cuadernos” de Nijinsky, o “La vida oculta de los prisioneros, o revelaciones del manicomio” de Packard. Si bien las descripciones que hace Morag Coate sobre sus experiencias personales en la locura son muy detalladas, esto no las hace mejores ni peores que otras descripciones de estas experiencias. 

Como su título lo expresa el libro es una crónica sobre las experiencias de la autora en regresar a la cordura. La primera parte del libro se titula como “Historia de una vida” en la cual se describen 5 internaciones psiquiátricas a lo largo de 14 años. Allí la autora, construye sentido a partir de las distintas crisis que tuvo para poder llegar finalmente a vivir una vida normal sin renunciar a la vida, la gracia y el amor que son presentados como estados de gracia que trascienden toda razón. La visión católica sobre su experiencia en la locura atraviesa todo el libro.

La segunda parte del libro se titula “Comentario” en dónde la autora comparte sus reflexiones y conclusiones acerca de sus experiencias relacionadas a los delirios, alucinaciones, tratamientos y la espiritualidad. Es aquí donde Coate se sumerge en las relaciones entre espiritualidad cristiana y enfermedad mental, a partir de sus propias experiencias cardinales y crisis cósmicas como ella las denomina. La búsqueda de sentido de la existencia en la doctrina del cristianismo es constitutiva de este libro. No se trazan sin embargo relaciones entre los estigmas que reconoce el cristianismo con los estigmas que la propia autora recibió por ser considerada una enferma mental, de hecho ella misma se reconoce como víctima de una enfermedad de la cual pudo recuperarse. El punto de partida de la autora de este libro es que lo irracional y la locura, son los dos elementos constitutivos de la enfermedad mental pero que a partir de la aceptación de la enfermedad mental y la adherencia a los tratamientos pueden reconciliarse con la fe en Dios para que la persona recupere su vida normal. 

La diferencia entre el libro de Morag Coate y otros libros que relatan experiencias personales en relación a la locura es fundamentalmente ideológica. “Más allá de la razón” es un libro que se limita a narrar la experiencia personal de la autora en relación al sistema de salud mental, sin realizar un análisis crítico sobre las características de los servicios de salud mental que la propia autora padeció. Hay en la crónica una constante justificación de los procedimientos a los que se someten a los pacientes psiquiátricos, porque la autora adhiere a la idea de psicosis como una desintegración de la personalidad que debe ser reintegrada cueste lo que cueste y con cualquier medio necesario, aún la terapia electroconvulsiva que la propia autora padeció. Esta perspectiva que hace de la experiencia individual la justificación de un sanitarismo que legitima prácticas y tratos crueles, degradantes e inhumanos no aparece en otros autores que escriben sobre sus experiencias en la locura. Allí radica la diferencia de este libro con otros similares. 

La perspectiva de Morag Coate es crítica de las instituciones psiquiátricas, pero legitima las prácticas que provienen de la psiquiatría las cuales considera perfectibles. La autora no se reconoce como sobreviviente de los electroshocks, como por ejemplo lo hiciera varios años antes el poeta Antonin Artaud en el libro “Artaud, el momo”. Morag Coate siempre destaca cómo ella sola, con sus propios recursos y el apoyo de la psiquiatría encontró el camino para su recuperación individual y celebra haber vuelto a ser una persona normal, sana y cuerda. 

La lectura del libro, aun así, es muy recomendable porque cuestiona las ideas humanistas sobre el trato que reciben en el sistema de salud mental las personas locas. Es un libro fuerte que nos obliga a revisar las ideas sobre los estados de locura. No hay duda que es un libro que nos hace pensar, si es que podemos leerlo sin sobresaltos y con paciencia. Por momentos recuerda las declaraciones de Margaret Thatcher cuando aseguraba que no hay sociedad, sino solamente individuos y familias.

Sin embargo, hay que hacer una salvedad y acaso una advertencia. Las ideas de Morag Coate, son liberales al extremo de justificar prácticas aberrantes. Este libro puede herir la sensibilidad de determinadas personas que hayan padecido la opresión psiquiátrica. 

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