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La Danza Oscura de un Diletante – Santiago Reyes

Diletante (RAE): Del it. dilettante ‘que se deleita’.

adj. Conocedor de las artes o aficionado a ellas.

adj. Que cultiva algún campo del saber, o se interesa por él,
como aficionado y no como profesional.

adj. Que cultiva una actividad de manera superficial o esporádica.


Vivo en Bogotá, Colombia, ciudad donde he pasado mis 38 años de vida. A los 18 años, los psiquiatras me diagnosticaron “Trastorno Afectivo Bipolar”, luego de días con un insomnio intenso y mucho stress. Por aquel entonces había terminado la secundaria, no sabía que hacer con mi vida, mis hormonas estaban exaltadas y tenía miedo de ser reclutado por el Ejército Nacional en sus redadas esporádicas.

Fueron dos meses de internaciones en un hospital psiquiátrico con maltratos, fuertes dolores musculares y un cóctel de medicamentos que me mantenían muy sedado. Los médicos me prohibieron la cafeína, el alcohol, las drogas ilegales, en especial la marihuana entre otras prohibiciones. También me dijeron que tenía que tomar medicamentos para siempre, lo cual me impedía hacer ciertas actividades. Eso me puso muy triste, porque a esa edad lo que más deseaba era el goce y la fiesta irresponsable. Lo peor es el estigma que te genera ese diagnóstico de tener “algo averiado” en tu cerebro, un “desbalance químico” que solo se arregla con fuertes dosis y terapias con psicólogos indiferentes.

En aquellos tiempos trataba de llevar una vida lo más social posible, pero me quedaba muy difícil, por ejemplo, tener romances debido a mi timidez aumentada y por un acné severo en el rostro. Al mismo tiempo que era tratado por mi “enfermedad mental” aparecían otros diagnósticos en el cuerpo y para tratar el acné tenía un cóctel de drogas muy fuertes que me causaban depresiones intensas haciendo mi vida imposible. Sentía que mientras todo el mundo estaba de fiesta yo estaba en casa encerrado en mi oscuridad.

Para pasar el mal momento escribía mucho, hasta hice un breve curso de redacción para jóvenes en un gran periódico nacional. Luego descubrí los blogs en internet y allí se me abrió un nuevo universo. A pesar de todo era muy creativo: escribía ficción, ensayos y era muy riguroso en la escritura, algo que perdí con los años. Por esa razón entré a estudiar la Carrera de Historia, porque era bueno con la lectura y la escritura. Seis años después egresé con altas calificaciones. Junto a la escritura estaba la Música. Paliaba mi tristeza grabando videoclips musicales en VHS, intercambiando MP3 y CD’s quemados de The Cure, Placebo, Indochine, Joy DIvision y un largo etcétera musical. En mis guitarras sacaba covers de canciones que me obsesionaban. Descargaba tablaturas de internet y me aprendía los acordes. Por lo general, eran canciones con pocas notas.

Pero era más ambicioso. El descubrimiento de nuevas canciones y artistas me impulsó a crear mis propias composiciones. Mis amigos del barrio me enseñaban a editar audios en softwares piratas. Comencé a grabar temas de pocos acordes y a editar percusiones electrónicas. Eran horas y horas de pruebas y beats inéditos. Las influencias eran grupos de los ’80 que estaban de moda en los años 2000’s: Depeche Mode, New Order, Soda Stereo, Los Prisioneros, la etapa solista de Cerati, el new wave, el synth pop, etc. Junto a la guitarra estaba un teclado “Yamaha” en donde creaba atmósferas y las grababa de manera artesanal directo a la computadora ¡era un estudio en casa! Cuando grababa un número de temas les hacía singles con CD’s quemados y diseños de carátula.

Por aquel entonces existía una plataforma llamada MySpace donde se podían compartir las composiciones y tener respuesta de la comunidad. Allí se me abrió otro multiverso. Mi proyecto se llamaba Diletante. Me gustaba esa palabra porque me identificaba, el ser un creador que hacía muchas cosas fugaces en el medio del caos.

Una de esas canciones, en las que me atreví a cantar, fue “Dark Dance”. Allí traté de recrear la sensación de estar eufórico y perder el control, recordando el nefasto diagnóstico psiquiátrico de lo que representa un “episodio maníaco”: el terror de dejarse llevar por una energía oscura incontenible. El tema tenía una base electrónica pero en el estudio casero junto a unos amigos le hicimos arreglos de Rock muy propios de la etapa madura de los New Order o Primal Scream. Recuerdo que me trasnoché haciendo la percusión en una PC vieja y con el mouse averiado. Esas grabaciones las agrupe en un “netlabel”, o sello discográfico de internet, llamado Sarcasmo Records en el que varios amigos artistas que teníamos proyectos musicales unipersonales publicamos nuestros trabajos en MP3. Era el inicio del hoy denominado streaming en internet. Hubo algunas presentaciones en vivo, pero no pasaron a mayores. Los montajes eran costosos y el recurso humano era escaso.

Durante 5 años compuse alrededor de 30 canciones hasta que las obligaciones académicas y la vida laboral adulta me hicieron dejar de lado la creación musical. Aparte del proyecto tenía otras bandas de ensayo con personas de diferentes orígenes. Era un ejercicio físico y creativo interesante, una época de euforia saludable.

Ocasionalmente retomo la guitarra como ejercicio terapéutico pero en los últimos años ha sido difícil. A pesar del paso del tiempo, aun sigo en tratamiento psiquiátrico tomando medicamentos y en los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID19, he tenido que enfrentar hospitalizaciones y altas dosis sedantes.

Comparto mi experiencia para mostrar cómo la creatividad, el arte y en especial la música o la escritura pueden ser una forma de sobrellevar la difícil batalla contra la medicalización y psiquiatrización social. También para que esta sea una oportunidad de abrir otro universo, en habla hispana, donde podamos compartir nuestras experiencias como sobrevivientes de la psiquiatría y sobre cómo podemos dialogar con nuestras producciones para superar la conjura en la que nos tienen rehenes los sistemas de salud y las farmacéuticas.

La música de SARCASMO RECORDS la pueden escuchar en el perfil de Soundcloud. Allí hay una gran colección de creación personal y diferentes producciones de rock y electrónica hechas en Colombia.


Santiago Reyes es Historiador de la Universidad Javeriana de Bogotá Colombia con énfasis en Análisis de Medios. Desde hace 5 años ha estado investigando sobre la Salud Mental desde la “Psiquiatría Crítica” (Peter Breggin David Cohen, Laura Delano y el foro surviving antidepressants) Publica contenido web en su página https://santireyoso.pressfolios.com/

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