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El próximo año el festival de cine ‘Locura en el Mundo’ será en Grecia – Robert Whitaker

En esta entrevista nos cuenta sobre el origen y los proyectos de la red de revistas “Locura en el Mundo”. Robert Whitaker es un periodista estadounidense. Sus ensayos sobre historia de la psiquiatría, ensayos clínicos y psicofármacos han ganado varios premios.

¿Es verdad que trabajaste como taxista o es una fake news de Wikipedia?

Es una gran pregunta. (risas) Participé en cientos de entrevistas y es la primera vez que me lo preguntan. Es verdad. Fueron 6 años. Manejaba un taxi en Nueva York desde las 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana, desde 1977 hasta 1984. Nueva York era en esa época una ciudad divertida pero muy salvaje. Yo estaba buscando trabajar como escritor de ficción, publicando cuentos. Manejar un taxi, me daba tiempo para escribir. Aprendí cosas importantes en ese trabajo para el resto de mi vida, como ver la sociedad desde los márgenes, desde afuera de todo lo que sucedía en la noche. A las tres de la mañana suceden muchas cosas que no son consideradas aceptables o normales. Conocí mucha gente que no se adapta a los estándares de normalidad en la noche.

Además, antes de trabajar como taxista, tuve dos experiencias que consolidaron mi perspectiva de la sociedad. Una fue que trabajé de empleado nocturno en una pensión a donde iban personas en situación de calle, prostitutas, adictos, criminales, alcohólicos y hablaban conmigo. Mis primeros cuentos se relacionaban con esas historias. Si uno mira a esta gente durante el día desde lejos, puede juzgarlos y condenarlos. Pero si uno los mira de cerca en la noche se encuentra con personas que pueden ser divertidas y obviamente te confiesan sus historias de dificultades extremas que tuvieron en la vida.

Antes de convertirme en un periodista formal, trabajé en la cárcel de Ítaca, en el norte de Nueva York. Ahí mi trabajo era coordinar un programa para que los presos pudieran aprender a leer, de forma tal que al salir pudieran reinsertarse en la educación. Mi experiencia como periodista está basada en esas tres experiencias como empleado de pensión, profesor de lectura en una cárcel y taxista de horario nocturno. En el periodismo tenes que estar abierto a contar las historias de quienes fueron rechazados y expulsados de la sociedad. En el periodismo se dice que tu trabajo es incomodar a los privilegiados y reconfortar a los afligidos.

¿En tu libro “Anatomía de una epidemia” describís una epidemia de abuso de drogas psiquiátricas, o una epidemia de diagnósticos de trastornos mentales?

Es una buena pregunta. El libro es una investigación sobre este tipo de preguntas. Primero averigüé la cantidad de personas con discapacidad por enfermedades mentales que accedían a subsidios y la seguridad social del gobierno de Estados Unidos. Cuando el Prozac salió al mercado el número de personas con discapacidad por enfermedades mentales, comenzó a aumentar significativamente en Estados Unidos. El Prozac es un antidepresivo que salió al mercado en 1997 y se lo vendía como un remedio de nueva generación para regular un desbalance químico del cerebro. Así fue como se empezó a usar en todo el mundo por la narrativa comercial alrededor de esta droga. Se nos dijo que ahora así había en el mercado una nueva droga efectiva para el tratamiento de la psicosis, la depresión, el TDAH, la bipolaridad y los demás trastornos mentales.

Esa narrativa fue la que Estados Unidos exportó al resto del mundo. Normalmente, cuando aparece una nueva droga muy efectiva para tratar una enfermedad, lo que suele pasar es que baja en la sociedad la cantidad de diagnósticos y tratamientos de esa enfermedad. Lo esperable era que el problema de los trastornos mentales decreciera. Pero lo que vimos fue exactamente al revés. En vez de bajar los diagnósticos y tratamientos con estas nuevas drogas, aumentaron significativamente. En el año 1997 había un promedio de 1,5 millones de adultos que recibían asistencia social por discapacidad debido a trastornos mentales que aumentó a más de 4 millones en 2007.

Entonces la pregunta que nos hacen estas cifras es si tenemos estas drogas para tratar eficazmente las enfermedades del cerebro, por que al usarlas vemos que aumenta la cantidad de trastornos mentales. Entonces, empecé a investigar cómo afectan las drogas psiquiátricas el desarrollo a largo plazo de los trastornos mentales, cómo afectan los antidepresivos el desarrollo a largo plazo de la depresión, cómo afectan los antipsicóticos el desarrollo a largo plazo de la psicosis, como los estimulantes afectan el desarrollo a largo plazo del TDAH.

En este punto no cuestiono los diagnósticos, sino como las drogas psiquiátricas afectan el desarrollo de la enfermedad mental, sino cómo afectan tu destino luego del diagnóstico. La primera conclusión es que las drogas psiquiátricas conducen a que la enfermedad mental se vuelva crónica. Y la segunda conclusión es que aumentan la probabilidad de que se produzca un deterioro funcional, como una discapacidad. Ahora bien, la clave aquí, es que esto no significa que a nadie le vaya bien con los fármacos. Tampoco significa que los medicamentos no puedan ayudar a algunas personas. Porque la conclusión general es que empeoran las cosas y que hay que tener en cuenta el curso natural de un trastorno.

De eso trata el libro. En los Estados Unidos organizamos nuestro pensamiento alrededor de una falsa narrativa científica. Decimos que las enfermedades mentales son producidas por desequilibrios químicos en el cerebro que podemos arreglar. Y esa narrativa es lo que ha causado tantos problemas, porque amplía el número de personas que reciben tratamiento. Y luego exportamos esto alrededor del mundo.

¿”Mad in América” primero fue un libro y luego una revista web?

Si, así es. Tanto en mi libro “Anatomía de una epidemia”, como en “Mad in América” explico que uno de los problemas con la historia de la psiquiatría, es que nunca escuchamos a las personas que han sido tratadas. Y si quieres realmente tener una historia de la psiquiatría y algún tipo de evaluación de los méritos de los tratamientos, también tienes que escuchar a las personas que reciben los tratamientos. Si como sociedad vamos a pensar un poco más en esto y en cómo podemos ayudar a los que están sufriendo, tenemos que escuchar a las personas que están luchando de esta manera. ¿Qué quieren? ¿Qué creen que pueda ayudarles? En lugar de que otras personas profesionales digan que es lo que necesitan.

Y quiero añadir una cosa porque creo que esto aun se mal interpreta incluso en la revista web “Mad in América”. Esta falsa narrativa ha sido perjudicial para la sociedad. También ha llevado a que las drogas no sean usadas de una manera reflexiva y responsable. Pero esto no significa que no crea que la gente sufre. No significa que no crea que estos síntomas, o estos estos estados no sean reales. La gente sufre y eso debe ser tratado. Y además creo que debemos intentar construir sociedades que ayuden a reducir las personas que experimentan esas dificultades pero también construir sociedades que ayuden a la gente a recuperar sus vidas. No digo que los trastornos psiquiátricos no son una historia real. Eso no es lo que estoy diciendo. Lo que digo es que la narrativa que hemos contado sobre tales luchas es falsa y hemos armado todo un sistema de atención de la salud mental alrededor de una narrativa falsa. Ese es el problema.

¿Recordas la primera historia en primera persona que se publicó en la revista web “Mad in America”?

Claro que si, la primera historia fue escrita por Laura Delano, que hoy es muy conocida internacionalmente por su trabajo relacionado con la abstinencia de drogas psiquiátricas. Ella jugó un papel clave en la creación de la revista “Mad in America”, que primero fue una pestaña de mi sitio web personal donde subía mis documentos. Y una de las razones por las que tenía un sitio web personal fue contar historias basadas en la ciencia y en mi libro “Mad in America”, a pesar de que el público en general no era consciente de ello. Mi sitio web pasó a ser un repositorio de archivos con recursos para que la gente pudiera venir y ver por sí mismos lo que decían esos estudios. Servía para que la gente pudiera verificar y ampliar su mirada sobre mi libro “Mad America”. Así que cuando se publicó “Anatomía de una epidemia”, hice lo mismo. Lo puse en mi sitio web personal. Pero el sitio web estaba realmente destinado a ser un repositorio.

Sin embargo, después de la publicación de Anatomía de una epidemia, la gente comenzó a escribirme sobre la importancia de tener una discusión publica sobre esto y me dije, bueno, tal vez pueda tener invitados a escribir en formato de blog individual. La primera invitada fue Laura Delano, una mujer muy inteligente quien fue diagnosticada con ansiedad o depresión a sus 8 años que ya era una gran atleta. Con el tiempo ella fue a Harvard. Pero le daban drogas psiquiatricas y luego le diagnosticaronn bipolaridad. Intentó suicidarse y le dijeron que iba a ser una paciente crónica. Laura leyó “Anatomía de una epidemia” y se dice “esto es lo que me pasó a mí. Yo era una adolescente normal, me diagnosticaron, me ietiquetaron como una enferma mental y el tratamiento con drogas psiquiátricas me hizo una paciente cronica”

Entonces me llamó para que nos tomáramos un cafe y me preguntó si yo creía que fuera posible que ella dejara de tomar esos medicamentos y si yo creía que fuera posible vivir sin esos medicamentos. Le respondí que mucha gente lo ha hecho, que es posible y hay que hacerlo despacio. Y ella lo hizo. Se bajó. No sé, probablemente en unos 6 meses. Y tenía una larga lista de medicamentos que había estado tomando. Entonces ella quiso contar esa historia a un público más amplio.

Así que su primera publicación fue en formato de blog, en mi página web como una historia en primera persona. Pero al ver las respuestas a su escritura nos dijimos que teníamos que construir algo más grande. Y así ella se convirtió en nuestra primera bloguera regular y en la primera persona a la que le pagamos, porque luego se convirtió en la editora de las historias personales para “Mad in America” y también organizó nuestro primer festival de cine en 2014. Su historia es poderosa y fue la primera que publicamos. Me impactó mucho porque ella fue una persona que recuperó su vida. Ahora está casada, tiene 2 hijos y su sitio web brújula interior. Da conferencias por todo el mundo sobre cómo dejar las drogas.

¿Cuál fue el primer afiliado? ¿Cómo fue creciendo la red de revistas “Locura en el Mundo”?

Sucedió porque había un grupo de activistas progresistas en España que estaban celebrando una conferencia. Creo que toda la conferencia se celebraba a las afueras de Madrid, en un pueblecito. La organizaba una mujer llamada Sarah y otra mujer española que escribía para una revista y que me hizo una entrevista. No había afiliados en ese momento. Pero hablaban de cómo cambiar el sistema de salud mental de su país. Yo sugerí que podían lanzar una revista web “Locura en España” y que podíamos darles apoyo, como recursos web en el sentido de alojar el sitio. Damos prioridad al software, pero desde el principio. La idea estaba pero no sabíamos qué necesitaba España.

Las revistas afiliadas siempre tuvieron el control editorial completo. Nunca intentamos controlar nada. Así que con España armamos la primera plataforma web para afiliarse. Encuentras gente en la que confías. Que ven la necesidad de rehacer la psiquiatría lejos del modelo de enfermedad, sin interferir de ninguna manera en su contenido editorial. “Mad in (S)pain” fueron los únicos durante un tiempo.

Creo que “Mad in Norway” fue la segunda revista que se afilió. No estoy muy seguro. Y luego simplemente, se fueron sumando más revistas de distintos países del mundo. Una vez que tuvimos el segundo. “Mad in Brasil” comenzó porque me invitaron a hablar en una conferencia de apoyo entre pares que ellos habían desarrollado. Hablé con ellos sobre la necesidad de tener otra forma de hablar sobre la salud mental y de contar historias vividas por la gente en primera persona. Y les dije, ¿por que no hacen un Mad in Brasil? Así que normalmente fui conociendo a los editores en mis viajes. Había conocido a otras personas de Argentina que no puedo recordar sus nombres ahora que lo estamos pensando. Me pidieron que hablara en Buenos Aires una vez pero no se habían decidido a lanzar “Locura en Argentina”.

Tengo información sobre un festival de “Locura en el Mundo” en Europa. ¿Podemos decir algo o todavía no?

Bueno, podemos, podemos decir esto. Así. A medida que otros países fueron afiliándose a la revista “Mad in America” nos dimos cuenta que no había comunicación entre las revistas afiliadas. Entonces “Mad in América” no tenía relación con “Mad in Norway” ni con “Mad in (s)pain”. Así que a medida que fuimos creciendo nos dijimos que realmente necesitamos unirnos en una red donde podamos compartir historias, dificultades, soluciones y aprender unos de otros. Y ya sabes, tuvimos el año pasado un encuentro de todas las revistas afiliadas en Copenhague que fue realmente genial porque nos dio un sentido de pertenencia a una red más amplia. Y ahora tenemos reuniones mensuales de las revistas afiliadas donde discutimos la posibilidad de organizar un festival de cine. Tuvimos un festival de cine en Boston en 2014 y tuvo mucho éxito. Tuvimos películas del extranjero que eran grandes películas que por no estaban siendo programadas en los cines.

Pero el cine es otra forma de contar historias, ¿no? Es diferente de la narrativa, de la palabra escrita. Y teníamos tantas historias que se estaban contando en la actualidad, pero también nos fijamos en algunas películas del pasado. Y lo que vimos con el Festival de Cine es que expande tu audiencia. Mucha gente que no quiere venir a leer sobre las enfermedades mentales y la locura. Mucha gente quiere ver representaciones artísticas de esto. Así que realmente el festival ayudó a expandir nuestra influencia y nuestro impacto. Ahora, es un riesgo financiero. Pero en esta reunión en Copenhague el otoño pasado hubo una propuesta para que el próximo año el festival de cine ‘Locura en el Mundo’ sea en Grecia

Muchas gracias, ¿algo mas que quieras agregar?

Nuestro desafío es mostrar y ofrecer a la sociedad otra narrativa sobre la locura.

Haciendo click aquí podés ver la entrevista completa, en el Vlog de “Locura en Argentina”.

“Locura en Argentina” publica a un grupo muy diverso de personas que escriben. Estas publicaciones buscan promover en los comentarios un foro público para el debate de ideas sobre las artes, la cultura loca, la salud y la diversidad mental. Las opiniones expresadas en las publicaciones no son las de “Locura en Argentina”, sino las de sus autores. Entonces, ¡bienvenido el debate!

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