La “5ª Cumbre Mundial de Salud Mental” se realizó el 5 y 6 de Octubre de 2023 en la ciudad de Buenos Aires el Centro Cultural Kirchner. El evento reunió a representantes de organizaciones globales, regionales, ministros y directoras de salud de todo el mundo. Bajo el lema “la salud mental en todas las políticas” se propuso como objetivos generales del evento:
- Profundizar intervenciones de salud mental comunitaria en todas las políticas
- Incluir los servicios de salud mental y apoyo psicosocial en los mandatos y los presupuestos nacionales
- Desarrollar acciones que se enfoquen en el rol clave de los determinantes sociales de la salud mental
- Fortalecer las medidas que promuevan el acceso al sistema de salud en el marco del proceso de transformación del modelo manicomial hacia uno de base comunitaria.
En términos generales el evento se organizó alrededor del modelo biomédico sobre la salud mental. No hubo lugar para el debate sobre la libertad de consciencia y de expresión como derechos humanos en salud mental. Tampoco hubo espacio en la programación para las políticas de reparación ni acceso a la justicia loca, para sobrevivientes de malas practicas en salud mental.
El evento no contó con recursos de accesibilidad para para personas con discapacidad psicosocial, como pueden ser apoyos de pictogramas, lenguaje claro o protectores auditivos a disposición del público. En la programación hubo muy pocas personas con experiencia directa en tratamientos de salud mental que hicieron uso de la palabra, cumpliendo un rol decorativo que no logró poner en debate los discursos, exposiciones y mensajes enviados desde los lugares hegemónicos que ocupan quienes toman decisiones sobre las políticas públicas de salud mental y adicciones en Argentina y el mundo.
En la apertura de las dos jornadas del evento Tedros Ghebreyesus, Director General de Organización Mundial de la Salud definió a la salud mental como una condición, “Hoy, 1 de cada 8 personas vive con una condición de salud mental. Y, sin embargo, muchos de ellos no tienen acceso a los servicios de salud que necesitan. Por eso, convocamos a todos los países a ampliar el acceso a los servicios de salud mental como parte del viaje para lograr la cobertura universal, ya que no hay salud sin salud mental”. El director de la OMS pidió por mas diagnósticos y tratamientos en salud mental, acentuando el eje cuantitativo de la problemática. En ningún momento asumió el rol en el sufrimiento global que provocó la Organización que él mismo dirige. Mencionó los efectos que tuvo la pandemia como si la Organización Mundial de la Salud, jamás hubiera recomendado las políticas de aislamiento y distanciamiento obligatorio. Si argentina contara con servicios comunitarios de salud mental de calidad, no habría aumentado el consumo de psicofármacos como efecto de la pandemia.
Por su parte Alberto Fernández, presidente de la Nación Argentina ofreció varias definiciones provenientes del modelo biomédico sobre los problemas de salud mental asegurando que “no es un tema del presente, sino del futuro. Y aprender a entender que hay una enfermedad que está en el interior del ser humano y que hay que asistirla” mientras que en relación a las emociones depresivas expresó específicamente que “la depresión es un problema menor de salud mental”. Finalmente declaró sobre la problemática de la salud mental, que contradice tanto el modelo biomédico de la atención de la salud mental como al modelo psicosocial con base en la comunidad, explicando que “el problema de la salud mental es que no tiene manifestaciones físicas, pero está dentro de uno, es muy dañino y muy difícil que el resto de la sociedad lo advierta”.
El evento contó con “inserts” culturales entre los cuales se presentó un fragmento del biodrama documental, “La casa oscura” escrito y actuado por Mariela Asensio y Maruja Bustamante. Asensio interpretó un fragmento de la obra y al momento de ser presentada en el escenario la moderadora comentó que “es muy poderoso porque vimos la verdad en el escenario”. El mensaje que envió la dramaturga a partir de su subjetividad fue en el sentido de aceptación social de la enfermedad mental, así como los tratamientos psicofarmacológicos.
Al momento del debate se le preguntó a Mariela Asensio sobre el proceso creativo y el recorrido de la obra por las provincias y respondió sobre su propia experiencia subjetiva en el sistema de salud mental que “Me daba miedo que piensen que estaba loca, yo que soy tan hiperproductiva y tan sarmientita*, para mí era terrible que alguien pensara que yo podía no funcionar. Miedos. Hice dos años la obra y seguía negando algunas cosas. De hecho, yo empecé a medicarme hace muy poco, porque no quería medicarme. Y la obra me ayudó a aceptar que necesitaba ayuda en ese sentido, no sé si sabías. Te estoy dando una primicia. Lo que quiero decir de verdad, es que el que esté libre de problemas de salud mental, que tire la primera piedra”
Otro de los “inserts” culturales consistió en un fragmento de la película documental “Salir a escena” seguido de una charla debate con Santiago Korovsky (Netflix), las actrices Nilda Síndaco y Verónica Barrionuevo. Tanto Korovsky como Gabriela Radice que moderaba la charla expusieron a las actrices como usuarias de salud mental, hablando sobre ellas como si no estuvieran allí al mismo tiempo que las infantilizaban. La ministra de salud Carla Vizzoti, interpretó los testimonios de Nilda Síndaco como Verónica Barrionuevo, quienes a pesar de ser expuestas pudieron ellas mismas dejar en evidencia las falencias y perversiones del sistema de salud mental.
En la segunda jornada hubo talleres y sorpresas cuando llegó el momento de presentar los resúmenes. La audiencia no había sido informada que se iban a realizar recomendaciones para las políticas en salud mental y adicciones. Carlos Ríos de Human Rights Watch cuestiono “como es que se hizo la metodología de estas recomendaciones, quienes participamos en los distintos talleres no sabíamos que se iban a formular recomendaciones, cuáles eran sus objetivos, que se iban a sacar recomendaciones, quienes las proponen, a quien van dirigidas y si son recomendaciones de quién”. Por su parte Lorena Berrios de la RedEsfera Latinoamericana, aprovechó para pedir que en los diseños de las políticas públicas se incluyan las perspectivas de las personas con experiencia directa en salud mental. En esa actividad, Debora Kestel, directora del departamento de salud mental y consumo de sustancias de la Organización Mundial de la Salud estaba tomando las recomendaciones, pero en ese momento confundió discapacidad con experiencia directa. Pero en el momento del intercambio, Lorena Berrios quién tiene conocimientos basados en la experiencia directa, puedo corregirla para que se puedan organizar las “recomendaciones” de la 5ª cumbre mundial de salud mental.
*Sarmientita: Por Domingo Faustino Sarmiento, presidente Argentino del siglo XIX.