El espectáculo Tamorto festeja sus diez años en cartel. Una obra fuera de lo común que celebra la vida como un carnaval enloquecido de humor, música y desborde. Se presenta los Viernes en el teatro “Caras y Caretas 2037”, en Buenos Aires. Jorge Costa, una suerte de capo cómico de la vieja escuela, nos cuenta sobre el festejo de los diez años en cartel en el de esta maravilla de las artes escénicas y la comedia dell arte.
¿Cómo definirías tu estilo de vida?
No entiendo.
Claro, formulé mal la pregunta. ¿Cómo describirías tu vida, tus pasatiempos, tus actividades más allá de tu trabajo como artista y docente?

(Responde con sticker de niña con gesto de desaprobación) Nunca dejo de estar disponible al pensamiento artístico y creativo. Mi camino artístico y mi vida van por un mismo sendero. En mis experiencias desarrollo mi arte, si se puede decir así y a partir de la técnica y estudiar, me fijo a ver que es lo que hay en lo real que se pueda transformar en una técnica para el teatro, que es otra dimensión vital, un espacio de libertad, es una vida en la que se puede crear universo, es un vórtice que lo absorbe todo como un Aleph (de Borges), un punto donde se encuentra todo. En mi vida intento aprender, dejar amor, ser lo mas generoso que pueda y descubrir ese milagro que es la vida como decía Einstein.
¿Hay una mirada cómica en Tamorto sobre la enfermedad en el personaje de “Arlequín”?
La comedia relativiza la realidad y esto sucede fisiológicamente como teatralmente, cumple la misma función. Quiero decir que cuando uno ríe hay una renovación en el humor cerebral, ¿si? Es como si en una habitación cerrada se abriese una ventana que renueva y genera un recambio de los fluidos y los aires de esa habitación. No sé si hay una mirada cómica sobre la enfermedad, sino un cambio de perspectiva sobre la muerte. Yo creo que Tamorto propone otra forma de ver la muerte, porque propone otra forma de transitar la vida. El personaje de Arlequín vive muy livianamente, pensando solo en él, sin culpas y sin responsabilidades. Entonces no genera una mirada unilateral, entonces hay que pensar. Por un lado, está buenísima la liviandad con que se toma la vida y cómo enfrenta la vida y la muerte, pero por otro lado en esa forma acarrea a los demás porque es extremadamente egoísta y desconsiderado. Invita a pensar que esta bueno y que no. Todos los personajes de la comedia dell arte son inmorales, entonces genera siempre una perspectiva autocrítica en el espectador mediante un distanciamiento. Propone una mirada cómica en cuanto a la vida misma que desencadena en cómo se consideran la enfermedad y la muerte.
¿Cómo es la mirada sobre la medicina en el personaje de la “Dottora” que lo atiende?
Arlequín sabe que está condenado a muerte. No quiere morirse entonces cada segundo es un presente total, al que le va a sacar el juego y se pasa como es un Arlequín a una desesperación atrevida, desafiante y provocadora. En esto cae la parodia de la médica, de la Dottora que es una parodia de la medicina, de aquel que se cree que puede salvar a todos. Hay una crítica en el personaje de la Dottora a la pedantería y la soberbia de quienes quieren curar todas las enfermedades. La crítica no es a la medicina sino a esas personas que ejercen la medicina en un punto con irresponsabilidad y deshumanización. Entonces Arlequín se burla descaradamente del miedo a la muerte que esconde esa visión de la medicina. Ese miedo a la muerte deshumaniza, como el uso de la medicina para el ego del médico en vez del uso para curar o hacer sentir mejor al paciente.
¿Me contas el peor y el mejor momento que vivieron como elenco en estos 10 años de funciones de Tamorto?
Hubo muchísimos buenos momentos. Nos encanta estar en camarines, encontrarnos, estar juntos en escena, recibir lo que le pasa al publico, jugar entre nosotros y este festejo de los diez años que pasaron rapido. Para mi fue ayer el estreno. Me gusta mucho ver al grupo feliz, la creación constante de esta obra, festejar el teatro en todas sus formas, volvernos a encontrar después de la pandemia y recibir las risas y los aplausos con tantas ganas. Fue una bendición. El peor momento fue un día horrible que jugaba un mundial Argentina y perdió, fuimos a un teatro feo, sucio y mal iluminado. La función fue tristísima, porque había 4 personas en una sala para 100 espectadores. Mientras hacíamos la función nos reíamos de la situación. Fue triste esa función y siempre nos acordamos que dimos lo mejor que pudimos, porque fue muy cuesta arriba. Pero incluso la recordamos con alegría
¿Qué es la locura en Argentina para vos?
Para mi tiene que ver con el exceso de egoísmo y egocentrismo que hay. La falta de empatía es la locura en Argentina, el grado de somnolencia y alienación que hay. Se repiten las mismas condiciones en las mismas historias y se siguen tomando las mismas decisiones sociales que impiden crear una comunidad. La falta de consciencia del cuerpo del que está al lado. La falta del permiso a sentir, el nivel de ausencia que se resuelve con exceso de violencia. La locura son las miradas extremas y unilaterales que hay en Argentina.
Actúan: Jorge Costa, Julia Muzio, Emiliano Larea, Romina Mónaco, Fernando Perez Hernández Luisina Dichenna
Dirige: Jorge Costa
Musica en vivo: Fernando Perez Hernández
“Tamorto” se presenta los Viernes 20hs, Sarmiento 2037, CABA. Podes comprar tus entradas anticipadas aqui

Alan Robinson nació en 1977, en Buenos Aires, Argentina. Egresó como licenciado y profesor de arte dramático. Publicó novela, dramaturgia y ensayos. Enseña literatura, psicología social y finanzas.
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