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Toda persona vista de cerca es monstruosamente normal

María Zubiri, autora de Toda persona vista de cerca es un monstruo, recibió el premio Trinidad Guevara en la categoría revelación por su texto. Además interpreta a la protagonista del espectáculo que puede verse en su 6ª temporada en el barrio del Abasto. Se trata de una buena comedia para divertirse y disfrutar de excelentes actuaciones.

La sinopsis del espectáculo como su título prometen una profundidad dramática que no se alcanza, lo cual no es impedimento para disfrutar de un entretenimiento que coquetea con el grotesco criollo y la comedia dramática. La puesta en escena no alcanza a mostrar las virtudes de la dramaturgia de Zubiri y presenta a los personajes en la dimensión de sus roles: la secretaria, la escritora, el psicólogo y el psiquiatra. El director privilegió el ritmo de un espectáculo entretenido por sobre el dramatismo de las contradicciones de los personajes. Ubicó los roles de los personajes por encima de las situaciones de crisis que se describen en la sinopsis.

Dos parejas, cuatro personas. En crisis cada una consigo misma y cada pareja en consecuencia. Se juntan a cenar y los otros a modo de espejo ponen de relieve los modos mas monstruosos e íntimos de cada uno. Lo que aparentan, lo que son y lo que desean se debate en un encuentro que los conducirá a revelar verdades, y a rebelarse ante definiciones ancestrales y universales. Esta noche la situación los llevará a un paroxismo inesperado.

Maximiliano Prioriello y María Zubiri en escena.


Las actuaciones de Sol Kohanoff, Emiliano Pandelo, Maximiliano Prioriello, María Zubiri mantienen un mismo registro que logran mostrar en sus conductas el absurdo intento de encajar en los cánones de normalidad. Lo que empieza como una cena entre dos parejas amigas con el objetivo de pasarla bien, se va transformando en el intento de que se caigan las máscaras sostenidas en la vida cotidiana que impiden actuar de forma espontanea. Quien lleva adelante ese objetivo es el personaje de Amalia, interpretado por María Zubiri, autora del texto.

La intimidad parece volverse algo imposible en el imaginario de Toda persona vista de cerca es un monstruo. El texto pretende comparar la normalidad con lo monstruoso, pero por momentos la dirección de la obra pretende advertirnos sobre los riesgos de acercarnos demasiado a la verdad de las personas. Lo monstruoso representa al peligro, a la anormalidad, a lo deforme. Puede resultar muy perturbador conocer los monstruos que llevamos dentro, algo que en su curva dramática le sucede al personaje que compone Sol Kohanoff.

El título del espectáculo, resulta más una provocación que una metáfora. Aún así, la propuesta puede resultar un espejo en el cual el público observe su necesidad, muchas veces compulsiva, de encajar en las relaciones sociales impuestas por el sentido común, el deber ser y la cordura cuando se vuelve un sistema de opresión.

Sol Kohanoff y Emiliano Pandelo en escena.

Funciones 2025: Sábados 22.30hs. 
Duración: 60 minutos
EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960, CABA


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